miércoles, 27 de julio de 2011

"REFLEXION" O "IRREFLEXIÓN" PARA LOS JOVENES


Se dice que los jóvenes no escuchan a sus padres, ¿será esto esto cierto? Personalmante, considero que en muchos casos, son los padres que no escuchan a sus hijos. Ellos creen que tienen la razón y punto. Entonces, el adolescente se cierra en sí mismo y no dialoga. Pero también se da lo contrario, hay padres que viven aconsejando a los hijos, y los mismos tampoco escuchan y se dejan llevar más por los medios, los amigos o por ciertos grupos de influencia. Entonces, tampoco hay diálogo entre padres e hijos.
Entonces, el diálogo entre padres e hijos es algo que compete a ambos.
Siendo que este espacio está más dirigido a los jóvenes, puedo sugerirles algunos tips para mejorar la relación con sus padres.
Lluvia de tips:
- No esperes que tu papá (o mamá) esté enojado para conversar con él (o ella) para charlar sobre algo importante, aprovecha cuando él (o ella) esté de buen humor.
- Antes de hablar con tus papás piensa en las ventajas o desventajas que tu nuevo proyecto de proporciona, para luego presentarles a ellos. De pronto al darte cuenta de las ventajas puedes reforzar tus argumentos, o al darte cuenta de las desventajas puedes deshechar el proyecto por ti mismo.
- Si tus papás se muestran como "excesivamente protectores", es porque vivimos en sociedades altamente inseguras (sobre todo en las grandes ciudades) y por lo tanto tienen temor a que te pase algo malo. Toma todas las medidas necesarias de precaución (p.e. si sales a una fiesta) para dar la seguridad de que llegaras bien al lugar de la fiesta, y que tu retorno será seguro. Preocupaté también por ti mismo, muestra seguridad y tus papás estarán más tranquilos. Entonces, el dialogos surgirá por si solo.
-Si te muestras seguro en tus proyectos, tus padres estaran contentos puesto que saben que vas por un buen camino. Y al contrario, si te ven dubitar demasiado, seguramente "meteran su cuchara" con la intención de ayudarte. El diálogo ya no será diálogo, entonces, puede aparecer el monólogo de los padres.
- A veces los jóvenes, por falta de experiencia de vida, no ejercitan la capacidad de darse cuenta de sí mismos o del entorno, entonces, son simplemente "marionetas" que se dejan llevar al influjo de los instintos o del deseo de los otros. Este es un caso extremo. El darse cuenta involucra darte cuenta de tus pensamientos, emociones y sensaciones en un momento determinado, cuando estás "solo" contigo, o cuando estás en armonía o en conflicto con los demás. Muchas veces, la no toma de conciencia está presente en la pubertad, entonces, los papás sufren porque el hijo no sabe lo que quiere ni lo que no quiere. El diálogo se hace conflictivo.
- Si elegiste una pareja para enamorado o enamorada, no significa que ya elegiste a la persona con la cual te vas a casar. Se dice que un enamorado es un "amigo" con el cual se comparten las cosas más intimas. O se dice también que un enamorado es un amigo intimo en una estación, de las muchas que existen en la vida. Entonces, ten enamorados y enamorados, y seguramente en una etapa posterior, podrás encontrar a tu pareja "ideal". Para los papás es un sufrimiento o un enojo cuando el hijo o hija le dice que se va casar ya nomás, con una persona que conoció ayer, y que apenas sabe de su "pinta". El diálogo se hace dificil.
- Enamorarse hasta los tuetanos resulta "bonito", hasta cierto punto. Los enamorados parece que fueran hechos uno para otro. Seguramente esto sucede en todos los enamoramientos donde está presente el afecto; sin embargo, esto se distorsiona, cuando aparece el "meloso" o la "melosa". El meloso es aquel que aparece esperando a la enamorada a la 7:00 para llevarla a la Universidad, luego se queda esperando por los alrededores de la facultad esperando que llegue el medio día para recogerla (Y peor, a veces asiste con ella a las clases sin estar inscrito en la facu). Llega el medio día, y él está listo para recoger a la doncella. La lleva a su casa, y le dice que volverá a las 15:00 para llevarla al ballet..., y así sucesivamente, todos los días. Para la princesa, qué bueno tener una "alfombra que se pone al suelo para que ella pase los charcos". Por cierto, si la persona se casa con un meloso o melosa, seguramente tendrá a sus espaldas un celoso(a) elevada a la quinta potencia. Ante esta situación, los papás se ponen en verdaderos conflictos, puesto que no le pueden decir nada a la "princesita", puesto que ella se gasta unos berrinches de padre y señor mio. El diálogo llega a ser de hipócritas.

Estas son algunas situaciones, en las que padres e hijos deben saber que tipo de diálogo tienen y a que tipo de diálogo deben llegar.
    

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