viernes, 21 de noviembre de 2014

LA GRAN PANTALLA, cuento fantástico de Juan Carlos García



Es muy bien sabido que la vida promedio de un átomo cinéfilo dura apenas 2 horas. A nosotros los humanos nos parece un tiempo muy corto, pero en realidad para ellos es toda una vida.

Inquieto era un átomo cinéfilo que vivía en la superficie de un planeta llamado "Foco de Luz", en una galaxia de nombre "Proyector", en la constelación de "Sala de Cine", dentro del gran universo de "Hollywood".

En Foco de Luz todos los jóvenes como Inquieto tenían un sueño y era que algún día pudiesen llegar a proyectarse en "La Gran Pantalla" y ser vistos, aunque fuera por un segundo, por los seres humanos que acuden por cientos a las salas de cine en busca de realizar, o al menos visualizar, sus más anhelados sueños.

La mamá de Inquieto, que era una molécula que gozaba de mucha fama por su gran magnetismo personal, había perdido la gran oportunidad de proyectarse hacía ya una larga hora, pero ella, no obstante se encargó de inculcarle a su pequeño hijo todo ese ímpetu que la movía y le daba el sentido de la vida.

En aquel mundo era muy extraño ver al alguien que hubiera sido capaz de llegar a La Gran Pantalla. Todas sus escuelas y estudios estaban orientados hacia ese gran logro. Pero el problema radicaba en que nadie había llegado y visto con sus propios ojos aquel lugar, que según decían era de armoniosa unión y en donde todos desarrollaban un papel importante, excepto unos pocos a los que llamaban "Fotones" o "Luminosos", los cuales llevaban una vida muy diferente a la de sus semejantes co-existentes.

Inquieto, después de haber aprendido todo lo que la escuela y su mamá le pudieron enseñar, sentía en cada electrón de su cuerpo que le faltaba la invaluable experiencia de un Luminoso para poder llegar a realizar su gran sueño, y sin pensarlo más se fue en busca de uno.

Largo tiempo pasó en dicha búsqueda, muchos lugares visitó y en varias ocasiones las heladas ventiscas de corrientes negativas trataron de neutralizarlo, pero por fin, y para su suerte, llegó a un hermoso lugar, parecido a un manantial de energía líquida, donde a su alrededor se reunían los famosos Fotones. Fue allí donde encontró a "El Maestro Electrónico" que después de ponerlo a prueba lo aceptó como su discípulo.

Recuerdo que una vez Inquieto le pidió a su Maestro que le describiera cómo era La Gran Pantalla y él no hizo más que un largo silencio. En otra ocasión le volvió a preguntar lo mismo y el Maestro le contestó:

—Hijo mío, si quieres saber cómo es La Gran Pantalla desperdicias tu tiempo, pues no hay ninguna forma de saberlo sin que antes hayas llegado a ella, mas entre ustedes dos no hay distancia alguna.

Tanto pensó Inquieto en lo que le había dicho "El Maestro Electrónico" que casi se quedó sin saber hablar, pero por fin entendió y en ese preciso instante todo Foco de Luz comenzó a estremecerse y a desprender Luz por todas partes. También de Inquieto emanaba Luz mientras que todo su cuerpo comenzaba a flotar y fue entonces cuando, como un rayo, salió disparado y atravesando infinidad de lentes traspasó la película quedando plasmado de esa manera en La Gran Pantalla. La película que se proyectaba era "Hermano Sol, Hermana Luna" y justo en el momento en que San Francisco de Asís corría libre por los campos de la Porciúncula, justo allí, Inquieto permaneció por todo un segundo en el ojo derecho del santo haciéndolo brillar fuertemente y dándole a los espectadores la verdadera visión de la felicidad que sentía San Francisco en aquel momento. Todo fue verdaderamente maravilloso. Todo Foco de Luz se enteró de la gran noticia, y su madre cuando lo supo sintió un gran regocijo, pues su hijo había realizado el sueño de toda su vida.

Pero no vayan a pensar ustedes que Inquieto murió, ¡nada de eso!, él regresó a Foco de Luz como un "Hijo de la Luz", un Luminoso más, y al lado de su Maestro Electrónico desde entonces ayuda a que todos los átomos cinéfilos que así lo deseen puedan llegar como él lo hizo a la Gran Pantalla.

Fuente: http://www.juancarlosgarciaweb.com/libro04.html

QUÉ INVOLUCRA LA INICIACION (IHS 3)


La iniciación es un término que ha sido usado en distintas escuelas espiritualistas y masónicas, en distintas épocas. Los “misterios” relacionados con la historia de la humanidad, con las religiones, las filosofías, y otros conocimientos, no siempre fueron de dominio público. Hubo épocas en las que esos conocimientos fueron guardados y sólo se trasmitió a personas quienes estaban preparadas para aquello. Y estas personas eran los iniciados.

El término iniciación, dice Bailey, viene de “In en, Iré ir; por lo tanto, es la iniciación de un comienzo o la entrada en algo. En el caso que estamos estudiando significa, en su más amplio sentido, la entrada en la vida espiritual o en una nueva etapa de esa vida”. Entonces, la iniciación es el comienzo de algo. Cuando uno ingresa al colegio, presupone que se inicia una formación, que durará varios años. Ese periodo será de aprendizaje. Asimismo, cuando una persona es iniciada, en algún grado, entonces, esa persona comienza una nueva vida que tiene que ver con el desarrollo personal. Por ejemplo, dentro de las instituciones masónicas, se tiene varios grados de iniciados,  que van pasando por distintas etapas de aprendizaje. La masonería es una copia de lo que ocurre dentro de las instituciones espiritualistas que asumen la iniciación como parte de un proceso de aprendizaje. Bailey señala que se pasa del Aula de la Ignorancia, donde están una buena parte de la personas, al Aula de Aprendizaje, y esto es pasar del kínder a la escuela. Después se pasa al 
Aula de la Sabiduría, que se asemeja a pasar a la Universidad.

Dentro de este contexto de aprendizaje, es necesario diferenciar entre Conocimiento, Comprensión y Sabiduría.  Parecen similares, sin embargo técnicamente son diferentes. Conocimiento es suma de los descubrimientos y de la experiencia humana, reconocidos por los cinco sentidos y por el intelecto. Es aquello que el hombre ha acumulado durante todo el tiempo de su existencia. Sabiduría es el resultado de captar la realidad tal cual ella es. Es el producto de la capacidad intuitiva desarrollada. Por ejemplo, el Cristo y el Buda captaron la realidad y lo trasmitieron a sus discípulos, y tenemos su reflejo en el nuevo testamento y en las enseñanzas del camino óctuple, respectivamente. La Sabiduría permite diferenciar lo real de lo irreal, y permite penetrar en la “esencia” del ser y de la vida. A esa esencia en las personas, se lo llama también de espíritu. En ese contexto se dice que el Conocimiento separa y la Sabiduría fusiona; se podría decir que se conoce analizando en detalle, y se intuye sintetizando de forma holística.  En estas circunstancias, Comprensión sería la facultad de usar el Conocimiento supeditado a la Sabiduría. En el proceso de comprensión aparece el Pensador que relaciona el conocimiento y la sabiduría. El pensador es la persona que usa su capacidad cognitiva e intuitiva, de acuerdo a la situación que se le presente. 

Se ha dicho que la vida en el planeta Tierra involucra estar en una “escuela”, la escuela de la vida. En esta escuela aprendemos y pasamos por distintas aulas. Inicialmente se tiene el Aula de la Ignorancia donde las personas se centralizan en las cosas materiales. La persona actúa de forma egoísta, pensando sólo en sí misma, sin importarle los otros. Está focalizado en su yo inferior. Luego pasa al Aula del Aprendizaje donde la persona empieza a ser influenciada por su yo superior. Le llaman la atención los aspectos espirituales de la vida. En este periodo se alcanza el equilibrio entre el yo inferior y el yo superior. Luego el yo superior empieza a dominar, hasta que aparece el Aula de la Sabiduría. En esta aula empieza a afectar la parte espiritual más profunda del ser. O sea, se hace sentir la esencia divina.

Aspectos de la iniciación
La iniciación considerada como una expansión de conciencia debe ser vista como un proceso evolutivo, desde una perspectiva amplia, y no solamente desde un enfoque individual. Esto se puede observar, como ejemplo, cuando un estudiante ya comprende la lección y aplica lo aprendido de forma inteligente. Cada iniciación es un paso importante, dentro del Aula de Sabiduría. Significa que el discípulo, o alumno de la vida, asume nuevas responsabilidades en su vida individual y en la vida colectiva. De la conciencia individual se pasa a la conciencia grupal. Asimismo, es la capacidad de conocer los planes de la deidad, y participar en su ejecución para el desarrollo humano. Por otro lado, el individuo logra captar la visión del eterno ahora, donde se capta el pasado, el presente y el futuro de la humanidad. En la iniciación el individuo empieza a acceder a información no sólo planetaria sino también cósmica, en función del grado donde se encuentra. Asimismo, es la capacidad de sacarle utilidad a la experiencia vivida, en cada momento de la existencia. El hombre toma conciencia, se da cuenta, de lo que verdaderamente le sucede. 

En la camino de la iniciación se presentan crisis, y en estas circunstancias, se hace necesaria el apoyo del Maestro. El Maestro es aquel ser que ya pasado por distintas iniciaciones, y se encuentra en etapas superiores. El alumno que se encuentra en el Aula de Sabiduría pasa por distintos rituales que objetivan dos hechos: a) Una expansión de conciencia que permite al individuo asimilar la sabiduría de su mente supraconciencial, y posteriormente asimilar la sabiduría de su esencia o mónada; b) Un periodo corto de mente inspirada o iluminada, donde el discípulo ve el camino por donde va a recorrer en su vida, y participa de forma consciente en el gran plan evolutivo.
   
Después de la iniciación, el individuo debe poner en práctica lo aprendido en el Aula de Sabiduría, y propiamente en la iniciación, y dominar esa parte que todavía le falta por aprender.
La iniciación afecta los distintos cuerpos del individuo. Se acepta, dentro del esoterismo, la existencia de varios cuerpos, entre ellos, se puede mencionar el cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo emocional o astral, el cuerpo mental, subdividido en cuerpo mental concreto y cuerpo mental abstracto, el cuerpo causal (del alma, ego o supraconciente) y el cuerpo monádico (espíritu o mónada). Estos cuerpos son afectados para una mayor sutilización y mayor capacidad de expresión. En el Aula de la Sabiduría se dan siete iniciaciones, con efectos mayores y menores en distintos planos de existencia. En este contexto, se dice que Maestro es aquel que ha recibido la séptima iniciación planetaria, la quinta iniciación solar y la primera iniciación cósmica o de Sirio. 

La Unificación, resultado de la iniciación
Cada iniciación que se sucede provoca la unidad de la personalidad con el supraconsciente o alma, y después con la propia mónada o espíritu. Siendo la meta final la unidad de la personalidad con la mónada. Y en ese contexto, la persona se siente unidad y fusionada con todos, el yo y los yoes. Se siente unido con el grupo de maestros y con la propia deidad. Es uno con todos, y esto posibilita la conciencia grupal.