La iniciación es un término que ha sido usado en distintas escuelas
espiritualistas y masónicas, en distintas épocas. Los “misterios” relacionados
con la historia de la humanidad, con las religiones, las filosofías, y otros conocimientos,
no siempre fueron de dominio público (conocimiento esotérico). Hubo épocas en
las que esos conocimientos fueron guardados y sólo se trasmitió a personas
quienes estaban preparadas para aquello. Y estas personas eran los iniciados. De
estas iniciaciones se habla en las culturas egipcias y griegas. El propio
conocimiento que el Cristo trasmitía a sus discípulos, en principio, era
esotérico y no exotérico.
El término iniciación, dice Bailey, viene de “In en, Ire ir; por lo tanto, es la
iniciación de un comienzo o la
entrada en algo. En el caso que estamos estudiando significa, en su más amplio
sentido, la entrada en la vida espiritual o en una nueva etapa de esa vida”. Entonces, la
iniciación es el comienzo de algo. Cuando uno ingresa al colegio, presupone que
se inicia una formación, que durará varios años. Ese periodo será de
aprendizaje. Asimismo, cuando una persona es iniciada, en algún grado,
entonces, esa persona comienza una nueva vida que tiene que ver con el
desarrollo personal. Por ejemplo, dentro de las instituciones masónicas, se tiene varios grados de
iniciados, que van pasando por distintas
etapas de aprendizaje. La masonería es una copia de lo que ocurre dentro de las
instituciones espiritualistas que asumen la iniciación como parte de un proceso
de aprendizaje. Bailey señala que se pasa del Aula de la Ignorancia, donde
están una buena parte de la personas, al Aula de Aprendizaje, y esto es pasar
del kínder a la escuela. Después se pasa al Aula de la Sabiduría, que se
asemeja a pasar a la Universidad.
Dentro de este contexto de aprendizaje, es necesario diferenciar entre
Conocimiento, Comprensión y Sabiduría.
Parecen similares, sin embargo técnicamente son diferentes. Conocimiento
es suma de los descubrimientos y de la experiencia humana, reconocidos por los cinco
sentidos y por el intelecto. Es aquello que el hombre ha acumulado durante todo
el tiempo de su existencia. Sabiduría es el resultado de captar la realidad tal cual ella es. Es el
producto de la capacidad intuitiva desarrollada. Por ejemplo, el Cristo y el
Buda captaron la realidad y lo trasmitieron a sus discípulos, y tenemos su
reflejo en el nuevo testamento y en las enseñanzas del camino óctuple,
respectivamente. La Sabiduría permite diferenciar lo real de lo irreal, y
permite penetrar en la “esencia” del ser y de la vida. A esa esencia en las
personas, se lo llama también de espíritu. En ese contexto se dice que el
Conocimiento separa y la Sabiduría fusiona; se podría decir que se conoce
analizando en detalle, y se intuye sintetizando de forma holística. En estas circunstancias, Comprensión sería la facultad de usar el
Conocimiento supeditado a la Sabiduría. En el proceso de comprensión aparece el
Pensador que relaciona el conocimiento y la sabiduría. El pensador es la
persona que usa su capacidad cognitiva e intuitiva, de acuerdo a la situación
que se le presente.
Se ha dicho que la vida en el
planeta Tierra involucra estar en una “escuela”, la escuela de la vida. En esta
escuela aprendemos y pasamos por distintas aulas. Inicialmente se tiene el Aula
de la Ignorancia donde las personas se centralizan en las cosas materiales. La
persona actúa de forma egoísta, pensando sólo en sí misma, sin importarle los
otros. Está focalizado en su yo inferior. Luego pasa al Aula del Aprendizaje
donde la persona empieza a ser influenciada por su yo superior. Le llaman la
atención los aspectos espirituales de la vida. En este periodo se alcanza el
equilibrio entre el yo inferior y el yo superior. Luego el yo superior empieza
a dominar, hasta que aparece el Aula de la Sabiduría. En esta aula empieza a
afectar la parte espiritual más profunda del ser. O sea, se hace sentir la
esencia divina.
Aspectos de la iniciación
La iniciación considerada como
una expansión de conciencia debe ser vista como un proceso evolutivo, desde una
perspectiva amplia, y no solamente desde un enfoque individual. Esto se puede
observar, como ejemplo, cuando un estudiante ya comprende la lección y aplica
lo aprendido de forma inteligente. Cada iniciación es un paso importante,
dentro del Aula de Sabiduría. Significa que el discípulo, o alumno de la vida,
asume nuevas responsabilidades en su vida individual y en la vida colectiva. De
la conciencia individual se pasa a la conciencia grupal. Asimismo, es la
capacidad de conocer los planes de la deidad, y participar en su ejecución para
el desarrollo humano. Por otro lado, el individuo logra captar la visión del
eterno ahora, donde se capta el pasado, el presente y el futuro de la
humanidad. En la iniciación el individuo empieza a acceder a información no
sólo planetaria sino también cósmica, en función del grado donde se encuentra.
Asimismo, es la capacidad de sacarle utilidad a la experiencia vivida, en cada
momento de la existencia. El hombre toma conciencia, se da cuenta, de lo que
verdaderamente le sucede.
En la camino de la iniciación se
presentan crisis, y en estas circunstancias, se hace necesaria el apoyo del
Maestro. El Maestro es aquel ser que ya pasado por distintas iniciaciones, y se
encuentra en etapas superiores. El alumno que se encuentra en el Aula de
Sabiduría pasa por distintos rituales que objetivan dos hechos: a) Una
expansión de conciencia que permite al individuo asimilar la sabiduría de su mente
supraconciencial, y posteriormente asimilar la sabiduría de su esencia o
mónada; b) Un periodo corto de mente inspirada o iluminada, donde el discípulo
ve el camino por donde va a recorrer en su vida, y participa de forma
consciente en el gran plan evolutivo. Antiguamente los rituales iniciáticos se
llevaban a cabo en templos, y en condiciones especiales.
Después de la
iniciación, el individuo debe poner en práctica lo aprendido en el Aula de
Sabiduría, y propiamente en la iniciación, y dominar esa parte que todavía le
falta por aprender.
La
iniciación afecta los distintos cuerpos del individuo. Se acepta, dentro del
esoterismo, la existencia de varios cuerpos, entre ellos, se puede mencionar el
cuerpo físico, el cuerpo etérico, el cuerpo emocional o astral, el cuerpo
mental, subdividido en cuerpo mental concreto y cuerpo mental abstracto, el
cuerpo causal (del alma, ego o supraconciente) y el cuerpo monádico (espíritu o
mónada). Estos cuerpos son afectados para una mayor sutilización y mayor
capacidad de expresión. En el Aula de la Sabiduría se dan siete iniciaciones,
con efectos mayores y menores en distintos planos de existencia. En este
contexto, se dice que Maestro es aquel que ha recibido la séptima iniciación
planetaria, la quinta iniciación solar y la primera iniciación cósmica o de
Sirio.
La Unificación, resultado de la
iniciación
Cada iniciación que
se sucede provoca la unidad de la personalidad con el supraconsciente o alma, y
después con la propia mónada o espíritu. Siendo la meta final la unidad de la
personalidad con la mónada. Y en ese contexto, la persona se siente unidad y
fusionada con todos, el yo y los yoes. Se siente unido con el grupo de maestros
y con la propia deidad. Es uno con todos, y esto posibilita la conciencia
grupal.